Terraza Pabellón de Golf

  • PROYECTO: terraza del pabellón social de Golf
  • FASE: proyecto (no aprobado)
  • FECHA: mayo 2011
  • EMPLAZAMIENTO: Club de Campo Villa de Madrid

Estamos ante la propuesta para habilitar el espacio exterior contiguo al Pabellón Social de Golf, del Club de Campo Villa de Madrid, como terraza. Nos encontramos ante una de las zonas más transitadas de todo el Club de Campo, siendo el punto de acceso y retorno a los campos de golf y al putting green, lo que hace que la afluencia de público sea altísima.

Sin embargo, actualmente, esta zona que debido a su gran tránsito es una de las zonas más conocidas del Club, no se halla suficientemente desarrollada en todo su potencial, ya que sólo presenta una serie de senderos peatonalizados, que vienen a desembocar en una pequeña plazoleta.

Debido al reducido tamaño de esta plaza, y sobre todo, a su escaso tratamiento del espacio que representa, este lugar carece de la jerarquía suficiente, y apenas supone un cruce de caminos.

Por tanto, la intervención que se plantea en este proyecto está encaminada a conseguir ese objetivo: dotar de personalidad y carácter propio a este espacio, para que pueda asumir la función de ser un punto de encuentro, un hito singular dentro de la estructura general del Club de Campo.

Este espacio, además, se encuentra fuertemente condicionado por la presencia de dos jardineras en su parte central, de un tamaño importante teniendo en cuenta las reducidas dimensiones de la plaza. Estas jardineras no pueden ser eliminadas, y deben ser integradas al proyecto, ya que albergan tres árboles de gran porte que deben ser conservados por sus valores naturales, y por la sombra que pueden aportar en verano, especialmente en las horas centrales del día, cuando su sombra será casi vertical y podrá ser más aprovechada. Esto condiciona fuertemente el proyecto, que no puede tener un gran tamaño al estar ocupada la parte central -la más aprovechable- por estas jardineras.

Existe a su vez otro fuerte condicionante para el desarrollo del proyecto: el fortísimo cambio de nivel que presenta la planimetría del espacio. Así, la única parte con una pendiente razonable para ubicar una terraza es la parte central de la plaza. Los senderos presentan un fuerte desnivel que hace inviable situar en ellos elementos de la terraza como bancos, sillas o mesas (aunque por dimensiones, son pasos que admitirían perfectamente ser ocupados por mesas y sillas sin que el paso se viera comprometido); e igualmente, las zonas de césped tienen un desnivel tan acusado que no hacen factible la ubicación de ningún elemento (aunque el césped siempre es un lugar muy agradable para una terraza). Por tanto, las condiciones del terreno delimitan aún más el espacio que puede ser ocupado por el proyecto para la terraza de la cafetería.

Con estos condicionantes, y teniendo en cuenta las vistas que se tienen desde la terraza, se considera que la mejor distribución que se puede hacer de la terraza será aquella que saque el mayor partido del espacio central, orientándola hacia las vistas de Madrid y de la Sierra, y dando la espalda en lo posible al propio pabellón social. En todo caso hay que respetar unos cauces de circulación, sin saturar la plaza con elementos, para permitir una cierta permeabilidad entre los distintos recorridos.

Además, se emplea distinto tipo de mobiliario para definir distintas zonas y usos. Así, esta zona abierta a las vistas es ideal para un mobiliario cómodo en el que permanecer sentados contemplando el paisaje, mientras que la zona más próxima a la fachada de la cafetería es destinada a una serie de mesas altas con taburetes, que se usan para tomar un aperitivo después de jugar al golf y mientras se charla animadamente con los compañeros y se comentan las jugadas.

En los senderos de acceso a la plaza central de la terraza, se disponen en hilera una serie de portavelas, con el fin de enfatizar esos senderos y a su vez servir de guías o referencias tanto para los que se encaminan hacia la terraza como para los que estando en ella desean abandonarla. Pero a su vez, tienen una segunda función no menos importante, y es la de crear un efecto teatral, jugar con la luz creando efectos de luces tenues en el atardecer, contrastando con la luminosidad que emanará del interior de la cafetería y con la luz más intensa de los maceteros iluminados que también se proyectan.

Como decimos, se distribuyen por la terraza, de manera aparentemente aleatoria, una serie de maceteros (de la serie Llum de Vondom), que además de su función trivial de albergar plantas que enriquezcan el conjunto, tienen la característica de estar iluminados en su base. De esta forma, se consigue que, distribuyéndolos de forma racional, todo el espacio quede razonablemente iluminado, y la terraza sea utilizable en el atardecer. Asimismo, están equipados con un sistema de autorriego que aporta una autonomía de hasta 3 meses, por lo que son aptos para un bajo mantenimiento.

En la zona más próxima a la cafetería se disponen una serie de mesas altas con taburetes, ambos correspondientes a la serie Moma de Vondom, diseño de Javier Mariscal. Se ha escogido esta ubicación para este tipo de mesas porque esta zona es la menos espaciosa, y este tipo de mobiliario es por tanto ideal por ocupar menos superficie. Además, el tipo de usuarios que se sienta en una mesa alta requiere un servicio rápido y presto por parte de los camareros, porque es un usuario que no se sienta a reposar mientras toma un café, sino que es almuerzo frugal y ligero, y en este sentido, al estar cerca de la cafetería cubierta (lindando con ella), el servicio por parte de los camareros se facilita y se hace más raudo, lo que redunda en la satisfacción del abonado. Por otra parte, el tipo de usuario que venimos comentando que utiliza este tipo de mesa, es un cliente que se sienta en compañía de otros para charlar animadamente, y no requiere por tanto de unas vistas al paisaje tan particulares como las de aquel que se sienta en un sillón y una mesa baja. El diseño de las mesas y taburetes es dinámico, informal y orgánico, muy adecuado a las características del uso que van a recibir. Las mesas presentan la particularidad de tener una cavidad en su parte central, que puede ser utilizada como macetero o portabotellas.

La parte central de la plaza se destina a la zona de sofás y sillones con mesas bajas. Se han buscado sillones cómodos y de diseño moderno pero neutro, para favorecer que quien se siente en ellos pueda reposar tranquilamente, sin importar el tiempo que esté, mientras lee la prensa o espera a su familiar que está jugando al golf. En este sentido, también se disponen dos sofás del mismo código de diseño, para enfatizar la idea de descanso y relajación que ya de por si transmiten las vistas. Para este fin, se escogen los sillones y sofás de la línea Na Ximena, combinados con las mesas Pada, todo ello de Gandía Blasco, realizados en aluminio anodinado y polietileno, y tela náutica para un fácil mantenimiento y conservación.

La ideal esencial a la hora de distribuir estos sillones por el espacio central es la de orientarlos hacia las vistas paisajísticas que se tienen desde la plaza. Así, todos los sillones y sofás dan la espalda a la tienda o a los senderos, y la disposición de los sillones y mesas no sigue un orden estricto y cartesiano, sino que se han distribuido siguiendo las distintas alineaciones de los senderos y las jardineras, de manera que cada uno tiene una dirección. Con ello se consigue transmitir una sensación de dinamismo, pero a su vez, se logra que no se tapen las vistas unos a otros, sino que todos los asientos disfruten de las vistas.

Existen algunos árboles que pueden aportar sombra en los días tórridos de la primavera y el verano, pero no obstante, hay zonas que quedan excluidas. Por ello, se plantea la disposición de unas sombrillas que alivien la sensación solar, y favorezcan el reposo y relajación de quienes disfrutan de la terraza. Estas sombrillas no deben distorsionar el diseño general propuesto, ni interferir en las vistas. Se emplean para este fin las sombrillas Camerarius, de Skia, que se caracterizan por presentar un diseño que pretende ser una metáfora de un gran laurel, con porte alto y grandes hojas, de manera que la sombra que se obtiene es una interpretación artificial de la sombra natural de las especies vegetales. Las distintas hojas de la sombrilla van montadas sobre unas varillas de acero inoxidable, por lo que la altura y el ángulo de inclinación son variables, permitiendo múltiples configuraciones.

Finalmente, recordar que el público potencial de esta terraza es el del propio Club del Campo, un público caracterizado por tener una exquisita formación y un gusto muy desarrollado. Estamos ante personas acostumbradas a disfrutar de elementos con un buen diseño, que detesta lo anodino. Por tanto, para el mobiliario se han escogido piezas seleccionadas de primera línea, que conjugan un diseño contemporáneo y cuidado, con un adecuado confort. Ello redundará en la percepción de calidad del espacio, en las sensaciones de quienes lo disfruten, y en el aspecto general de la terraza; pero además, al ser una de las zonas más representativas del Club por ser una de las más transitadas, también contribuirá a modernizar y revitalizar la imagen global que los abonados tienen del Club.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy bonito,yo soy abonada y no he visto esta terraza,se ha hecho ya?
Cayyetana